La familia de una niña violada tuvo que escapar, su denuncia no avanzó un año

La pequeña se quedó en la casa de los compadres de su mamá para jugar con el hijo de esa pareja, pero fue vejada por el hombre en 2020. La niña tiene problemas de salud. Hace cinco días el agresor fue detenido.

La familia de una niña violada tuvo que escapar, su denuncia no avanzó un año
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La familia de una niña de siete años que fue violada en el municipio cruceño de Warnes tuvo que escapar a otro departamento porque era hostigada y recibía amenazas del agresor. Además, la mamá de la víctima presentó la denuncia, pero el caso no avanzó durante más de un año.

“A mi hijita la violó mi compadre en diciembre de 2020, cuando ella tenía siete años. Yo no sabía nada. Me enteré en mayo de 2021 y desde entonces he sufrido buscando justicia. El jueves recién lo han detenido al agresor y ya fue enviado a la cárcel”, contó la mamá y dijo que su hija ahora sufre problemas de salud porque desde la vejación no controla sus esfínteres.

La mamá dijo a Página Siete que a finales de enero de 2022 decidió escapar de Warnes porque el agresor era su vecino “y cada vez que veía a ella y a la niña, se burlaba”. “Se reía en nuestra cara como diciendo que en vano denunciamos. Como el caso no avanzaba, hemos abandonado el pueblo”, relató.

Es el segundo caso en las últimas semanas que revela una situación preocupante: la víctima y su familia deben escapar de un municipio porque no encuentran justicia y porque reciben amenazas del agresor. En Yapacaní, un niño víctima de violación y su familia escaparon porque sufrieron amenazas de los agresores.

La mamá de la niña de 10 años contó que en diciembre de 2020 -como había la pandemia del covid- no tenía dinero ni para su almuerzo y decidió viajar a Bermejo para vender las prendas que confecciona. “Cuando le conté a mi comadre que viajaría, me dijo que deje a mi niña con ella, así su hijito jugaría con mi pequeña. Acepté”, dijo.

Ella no sabía que ese viaje demoraría más de lo previsto. Volvió y vio a su niña cambiada, un poco retraída. “Se hacía vencer, le pregunté qué pasaba y no me dijo nada”, contó. Esta situación se hizo habitual y en mayo de 2021 volvió a preguntar a la pequeña por qué no podía controlar su esfínter. “Fue ahí cuando mi hija me contó lo que le había hecho mi compadre y que su esposa le pegó porque no creyó en sus palabras”, relató.

Recordó que luego de enterarse de la agresión, fue primero al Hospital San Silvestre, donde el personal le dijo que no había pediatra y que atendía en otro horario. “Ahí la enfermera me dijo que vaya a la Felcv (kilómetro 15). Fui y un policía de civil me atendió”, dijo, y relató que cuando le tomaba la declaración, el funcionario consultó: “Entonces qué colocamos: tentativa de violación o violación. Mejor véngase el lunes porque ya habrá psicóloga”.

Ella retornó ese lunes. “No quisieron tomar la denuncia porque dijeron que no debía haber ido ahí, sino a la Defensoría (de la Niñez y Adolescencia)”. Recordó que el policía le reclamó y le cuestionó por qué tanto tiempo después del hecho estaba denunciando. “Yo le dije que recién me había enterado”.

La envió -entonces- a la Defensoría de la Guardia y el psicólogo la atendió. “Ella (la niña) contó lo sucedido”, sostuvo. “Ahí me indicaron que me llamarían, pero pasaron cuatro meses y nunca lo hicieron”, dijo la mamá y contó que -por eso- en agosto decidió retornar a la Felcv. “El sargento que me atendió me dijo por qué desaparecí, si fui en mayo. Yo le dije que ellos me indicaron que me iban a llamar y nadie lo hizo, por eso estoy volviendo”, relató.

Los funcionarios hablaron con la niña e indicaron que “es un caso grave”. “Me derivó al forense”, dijo. “Cuando hice la denuncia, envié ubicación, les pasé la dirección del agresor e hice un croquis para la Defensoría, pero no vinieron a buscarlo”, explicó la progenitora.

La mujer contó que debido a las amenazas y las constantes burlas del agresor, decidió irse a Cochabamba, donde buscó ayuda. Hizo una denuncia pública y recién el jueves la Policía aprehendió al acusado, Orlando.

“La audiencia del sujeto se realizó el sábado. Fue enviado al penal de Palmasola por 180 días con detención preventiva”, dijo la abogada Jéssica Echeverría, quien ayuda a la familia de la niña. Lamentó que el caso “haya estado totalmente adormecido (paralizado) porque eso hace que la víctima se sienta insegura”. Indicó que el acusado amenazó al policía a cargo del caso.

La mamá de la niña pide ayuda con un especialista porque la niña no controla los esfínteres.