Noventa artesanas tarijeñas replican con éxito las “Mañaneras paceñas”

Noventa artesanas tarijeñas replican con éxito las “Mañaneras paceñas”
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El rostro de Emilce Arenas, tarijeña de 44 años y madre de tres adolescentes, se ilumina cuando habla de la Asociación de Artesanos Textiles y Confeccionistas (Asatec), sueño emprendedor que agrupa a 90 mujeres, cuyo capital de arranque oscila entre los 7.000 y 8.000 bolivianos.

Bajo la premisa “Todo el mundo conoce las mañaneras” y tras cinco años de madurar la idea y planificar, deciden replicar la exitosa feria paceña, donde cientos de mujeres antes de que cante el gallo invaden con sus confecciones las calles Illampu, Tumusla y Eguino en la tradicional zona de El Rosario en La Paz. Al igual que ellas, ofertan novedosas prendas confeccionadas en tela polar a precios accesibles para los potenciales compradores. Usted las puede comprar por unidad, cuarta o docena.

Al que madruga…

Con apenas 20 días en las calles y un promedio alentador de ventas, las “Mañaneras tarijeñas” han demostrado que es posible generar fuentes de trabajo, vencer la crisis y enfrentar la pandemia. “Nos felicitan, alientan y eso nos fortalece”, asegura la artesana Emilce Arenas.

Los tarijeños han acogido favorablemente esta iniciativa, expresando su apoyo con la adquisición de sus productos.

“Somos mujeres solas, nos hemos organizado para salir adelante. La única condición para ser parte de la asociación es participar y estar activas en las ferias. No nos mueven fines de lucro, la idea es apoyarnos entre mujeres”, explica.

Cada una de ellas tiene una historia que contar. Son madres, jefas de hogar, confeccionistas de tiempo completo y el sostén de sus familias.

En las calles y con el producto terminado aplican el marketing criollo: “Venga mi reinita”; “Qué va a llevar, pregunte”; “Mídase sin compromiso”.

Tina Mercado, con su imponente figura, es una de las más entusiastas, pone pasión no sólo en el diseño de sus modelos, sino en vestir y desvestir a los maniquíes para promover la venta, está empeñada en que la organización crezca y haga historia.

Materia prima y precios

Arenas, fundadora de la asociación, lamenta que no haya fábricas de textiles en Bolivia que puedan producir materia prima, como lo hacía, por ejemplo, en los años 30, la pujante ex Fábrica Soligno en la ciudad de La Paz, un emporio fabril que quebró y cerró sus puertas.

Sus ojos negros y vivaces no se detienen ante las dificultades, entonces lanza un desafío a las confeccionistas paceñas, unirse para importar materia prima, masificar la capacitación y empoderar a las mujeres.

Asegura que este es solamente el principio. Tiene en mente organizar un desfile de modas con confecciones propias, crear una marca para dar personalidad a las prendas y luego promover las nuevas creaciones.

“Cada semana sacamos modelos nuevos, nos estamos renovando”, afirma Arenas.

En la feria mañanera de la ciuda de Tarija es posible adquirir buzos deportivos, ropa de dama en colores variados y no repetitivos. También hay ponchos, abrigos, pijamas, canguros con frisa y chalecos doble cara.

La feria funciona los miércoles y jueves de seis a 11  de la mañana en las puertas del popular Mercado La Loma, y los sábados, en el mismo horario, en los predios de la ex-Terminal, también en la ciudad de Tarija.

Estas emprendedoras han comprendido que la generación de recursos está en sus manos, que depende de ellas, por esa razón están empeñadas en continuar en este viaje sin retorno para mejorar la calidad y el acabado de las prendas.

Mientras ellas ofrecen sus productos al aire libre y con  las medidas de bioseguridad, las paredes de los ruidosos talleres se inundan con ese brummm, brummm característico y los operarios, acompañados con la música de una radio, no dejan de producir.

Las mañaneras tarijeñas están en marcha y nadie las detendrá.