Nuevo estudio revela que la vacuna de Oxford contra el Covid-19, a la que Bolivia fue seleccionada para recibir, produce una fuerte respuesta inmune

Nuevo estudio revela que la vacuna de Oxford contra el Covid-19, a la que Bolivia fue seleccionada para recibir, produce una fuerte respuesta inmune
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Un grupo de científicos del Instituto Jenner de la Universidad de Oxford y el Grupo de Vacunas de Oxford ha dado una nuevo paso en el descubrimiento de una vacuna segura, efectiva y accesible contra el coronavirus. Los resultados de las fases I/II publicados este lunes en la revista científica The Lancet indican que no hay problemas tempranos de seguridad y que induce fuertes respuestas inmunes en ambas partes del sistema inmunológico.

La vacuna provocó una respuesta de células T dentro de los 14 días posteriores a la vacunación (glóbulos blancos que pueden atacar a las células infectadas con el virus SARS-CoV-2) y una respuesta de anticuerpos dentro de los primeros 28 días (los anticuerpos son capaces de neutralizar el virus para que no pueda infectar las células cuando lo contraen inicialmente).

El pasado viernes, la canciller boliviana Karen Longaric, informó que el país fue seleccionado como beneficiario de esta vacuna para inmunizar a sus ciudadanos contra este virus que ha afectado a la fecha a casi 60.000 personas desde que se dio el primer caso el pasado 10 de marzo.

“Bolivia ya está en la lista de países elegibles para obtener la vacuna a menor precio o quizá gratuitamente”, dijo Longaric a radio Panamericana.

Durante el estudio se detectaron anticuerpos neutralizantes en los participantes, que los investigadores han señalado como importantes para la protección, y estas respuestas fueron más evidentes después de una dosis de refuerzo, ya que el 100% de la sangre de los participantes tenía actividad neutralizante contra el coronavirus. El siguiente paso en el estudio de la vacuna es confirmar que puede proteger eficazmente contra la infección por SARS-CoV-2.

Las pruebas de fase I/II del Reino Unido comenzaron en abril para probar la vacuna contra el coronavirus de Oxford ChAdOx1 nCoV-19. El equipo empezó a trabajar para desarrollar una vacuna contra la amenaza global que representa el coronavirus en enero de 2020 y ha estado trabajando en la carrera contra esta enfermedad con una urgencia sin precedentes.

Durante las pruebas de fase I/II, la vacuna ha sido evaluada en más de 1,000 voluntarios, adultos sanos de entre 18 y 55 años, en un ensayo aleatorio controlado. Un subconjunto de estos voluntarios (10 personas) recibió dos dosis de la vacuna. Entre el 23 de abril de 2020 y el 21 de mayo de 2020, 1077 voluntarios recibieron la vacuna ChAdOx1 nCoV-19 o una vacuna MenACWY placebo. No hubo incidentes graves de salud relacionados con ChAdOx1 nCoV-19.

La Universidad de Oxford está trabajando con la compañía biofarmacéutica global con sede en el Reino Unido AstraZeneca para el desarrollo, la fabricación a gran escala y la distribución potencial de la vacuna Covid-19, con planes para el desarrollo clínico y la producción global de la vacuna de Oxford. El proyecto ha sido impulsado aún más gracias a 84 millones de libras provenientes de fondos gubernamentales para ayudar a acelerar el desarrollo de la vacuna.

"Nos alientan los datos provisionales de las fases I/II que muestran que AZD1222 fue capaz de generar una respuesta rápida de anticuerpos y células T contra el SARS-CoV-2. Si bien hay más trabajo por hacer, los datos de hoy incrementan nuestra confianza en que la vacuna funcionará y nos permite continuar nuestros planes para fabricar la vacuna a una escala con el fin de garantizar un acceso amplio y equitativo en todo el mundo", dijo Mene Pangalos, vicepresidente ejecutivo de Investigación y Desarrollo de Biofármacos en AstraZeneca.

Oxford y AstraZeneca están colaborando con aliados clínicos en todo el mundo como parte de un programa global para probar la vacuna de Oxford. El programa global está compuesto por un ensayo de fase III en los Estados Unidos con 30.000 pacientes, un estudio pediátrico, así como ensayos de fase III en países de ingresos medianos y bajos, incluyendo Brasil y Sudáfrica, que ya están en marcha.

 

 

Fuente: El Deber