Reducción de ingresos obliga a ajustes económicos en la Gobernación de Tarija

Ante esta situación, Montes anunció que se implementarán nuevos ajustes económicos para equilibrar los niveles de gasto con los ingresos reales.

Reducción de ingresos obliga a ajustes económicos en la Gobernación de Tarija

La disminución de ingresos en el Gobierno Autónomo Departamental de Tarija (GADT) ha llevado a una drástica reestructuración de sus estrategias financieras. Para septiembre, el GADT había presupuestado recibir Bs. 48,3 millones en concepto de Regalías, Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) e Impuesto Especial a los Hidrocarburos y sus Derivados (IEHD). Sin embargo, solo se recaudaron Bs. 32,1 millones, lo que representa una caída del 34% en relación a lo proyectado.

El gobernador de Tarija, Óscar Montes Barzón, advirtió sobre el impacto que esta reducción de ingresos podría tener en la gestión financiera de la Gobernación, la cual enfrenta un déficit proyectado de más de 130 millones de bolivianos para 2024. “Nos acaban de llegar las regalías de septiembre, y la baja está sostenida. No hay ninguna recuperación”, señaló Montes, al explicar que en lugar de recibir los 38 millones de bolivianos mensuales esperados por regalías, el promedio actual se encuentra en 29 millones. Además, tanto el IDH como el IEHD presentan cifras significativamente inferiores a lo presupuestado.

Ante esta situación, Montes anunció que se implementarán nuevos ajustes económicos para equilibrar los niveles de gasto con los ingresos reales. El Gobernador destacó que el presupuesto debe gestionarse en función de lo efectivamente recaudado, y no de lo que se tenía previsto. “La normativa vigente indica que el presupuesto no genera obligación”, recordó.

El Gobernador también se refirió a la complicada situación en torno a la venta de gas boliviano a Argentina, que ha cesado, y mencionó la posibilidad de vender esos volúmenes a Brasil. Sin embargo, aclaró que las condiciones de negociación serán diferentes, ya que mientras el acuerdo con Argentina se daba a un precio preferencial por ser un acuerdo entre gobiernos, con Brasil la venta se realizaría a empresas privadas, lo que podría afectar el precio de comercialización.