Nueva víctima de la “estafadora de Tinder”: Me dijo que por una deuda no la iban a meter presa

Lidya Guisado conoció a Consuelo hace seis años, no desconfiaba de la boliviana pues la consideraba su “amiga”. Señaló que hay varias víctimas y hasta tienen un grupo de WhatsApp.

Nueva víctima de la “estafadora de Tinder”: Me dijo que por una deuda no la iban a meter presa
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La peruana Lidya Guisado es una nueva víctima de la boliviana Consuelo Estrella Rivero, la “estafadora de Tinder”. Sus víctimas denuncian que para cometer sus fechorías usa varios métodos de engaño, entre ellos el pasanaku y la suplantación de identidad.

“Hace dos años que le di el dinero y que le vengo cobrando. Le dije que la iba a denunciar por estafa, porque tengo un documento firmado que señala que me debe aproximadamente 15.000 dólares, pero ella sabe lo que hace y se siente muy segura porque me dijo: ‘Por deuda no hay cárcel’. Entonces se siente muy segura de lo que hace, sabe lo que hace, es un negocio para ella”, relató Guisada a Red Uno.

Lidya conoció a Consuelo hace seis años, a través de otra amiga y se volvió una “cercana”, por eso no desconfiaba de la boliviana, ya que incluso le contaba los problemas que tenía en su relación con su expareja.

“Ella se me acercó diciendo que era víctima de maltrato por parte de su exesposo; poco a poco se fue ganando mi confianza y me llegó a decir que era como su hermana”, declaró al medio televisivo.

Un día Consuelo la convenció de invertir en un negocio de maquinarias con una “tasa de interés rentable” y fue así que le entregó los 15.000 dólares.

La desconfianza hacia Rivero empezó durante un viaje a Bolivia, pues al llegar a la frontera, la boliviana se negó a ingresar al puesto de control migratorio y la envío junto a sus hijas; allí los funcionarios cuestionaron a Lidya por no contar con un permiso para trasladar a las menores de edad y las devolvieron a Perú.

“Tras varias llamadas ella (Consuelo) apareció y me dijo que la disculpe porque tenía miedo que le nieguen la ciudadanía peruana, pero no le importó que me puedan acusar de trata y tráfico de menores, desde ahí comencé a investigar y me enteré que estuvo presa en su país por estafa”, detalló.

Lidya señaló que Consuelo le debe a varias personas, pero por temor no la quieren denunciar, incluso las víctimas tienen un grupo de WhatsApp.

Engañaba de varias formas, una de ellas es el denominado pasanaku, como se lo conoce en Bolivia, para el cual recolectaba dinero de amigos y nunca devolvía.

La otra forma de obtener dinero “fácil” era la suplantación de identidad en el banco para obtener dinero, hecho que también se encuentra en la justicia. En la actualidad se tiene la información que da cuenta de que Consuelo retornó a Santa Cruz.

“Ella se hace amiga de todas las personas que conoce y del entorno de los mismos ¿quién puede desconfiar? si hasta a Perú llegó su mamá, que estaba enterada de estos problemas que genera su hija”, reveló.