El Ministro de Defensa también dirige el Ministerio de Salud

El Ministro de Defensa también dirige el Ministerio de Salud
El Ministro de Defensa, Luis Fernando López.
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El ministro de Defensa, Luis Fernando López, asumió este jueves de forma interina las funciones de su colega de Salud, Eidy Roca, afectada en los últimos días por el nuevo coronavirus.

En rueda de prensa improvisada una vez que se supo la convalecencia con el mal de la presidente Jeanine Áñez, la autoridad aseguró que continuará las tareas de la titular de su despacho para contrarrestar la propagación del COVID-19.

“No vamos a dar un paso atrás para seguir insistiendo en salvar vidas; pero no vamos alcanzar si cada individuo no pone de su parte. No hay otra opción, estamos todos en esto”, arengó el ministro, un exmilitar que acompaña a la mandataria desde el 14 de noviembre del año pasado, aunque con una pausa de horas luego de haber sido censurado por la Asamblea Legislativa por su papel en la represión de Sacaba y Senkata, cuyo saldo de fallecidos fue una treintena.

López, cuota de Luis Fernando Camacho al principio del gobierno de Áñez, es uno de los ministros que trabaja directamente en la persuasión sobre la propagación de la enfermedad en el país. Se caracteriza por su carácter duro ante el incumplimiento de las restricciones.

Muy eufórico la noche de este jueves, recomendó disciplina a los ciudadanos. “Si el boliviano, de manera individual, no pone de su parte, no va a servir de nada; convengamos eso”, reclamó.

“Podemos tener toda la ayuda de los países, la mayor de las voluntades y el mayor de los esfuerzos, pero si cada boliviano no se toca la mano al pecho, no piensen que puede perjudicar al otro boliviano”, insistió López.

En su criterio, y a manera de reflexión, ministro interino de Salud explicó que “técnicamente, un contagiado, en 30 días contagia a 430 personas”.

En el final de su comparecencia ante los periodistas, López consideró que las tareas del Gobierno en la lucha contra el coronavirus son “sin colores políticos”. Vamos “totalmente desarmados en términos de política”