Las revelaciones de un ex compañero de Maradona en Sevilla: regalos costosos, el detective que lo perseguía y sus consejos sobre la droga

Las revelaciones de un ex compañero de Maradona en Sevilla: regalos costosos, el detective que lo perseguía y sus consejos sobre la droga
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Diego Armando Maradona no fue un jugador más. La leyenda del futbolista se extiende fuera de los terrenos de juego. Su legado -para bien y para mal- sobrepasó los límites de los estadios. Y aunque pasaron nueve meses de su fallecimiento, sus recuerdos están latentes, también en Sevilla, donde jugó en 1992, siendo su última experiencia por Europa.

El sábado 11 de julio de ese año, Carlos Bilardo dirigió su primer entrenamiento con el elenco de Andalucía. Ese día, el entrenador le hizo un pedido especial a Luis Cuervas, entonces presidente de la institución, en una reunión privada: “Fichar a Diego ahora es un regalo”. A esa altura, el hombre que comandó al seleccionado argentino en México 86 ya sabía del interés de Pelusa por volver a las canchas, tras cumplir una sanción de 15 meses por consumo de drogas, siendo su último partido con el Napoli ante el Bari el 17 de marzo de 1991.

El Diez debutó el 29 de septiembre en un amistoso ante el Bayern Múnich en el Sánchez Pizjuan, con victoria por 3 a 1. Tras su estreno, Maradona jugó 30 partidos y marcó 9 goles. Su paso fue corto y de luces difusas, pero como persona dejó sus mejores huellas en las entrañas del club. “Era un tío cariñoso y simpático. Hubo dos Diego, pero el de la cancha fue el mejor de la historia. Nadie es juez para juzgarlo. Él se hizo daño a sí mismo, a nadie más”, reveló Diego Rodríguez Fernandez, ex defensor del conjunto andaluz y compañero del astro.

En una mano a mano con Infobae desde Sevilla, el ex marcador central reveló detalles inéditos de su relación con el Diez, a nueve meses de su fallecimiento. Su pelea con Bilardo, si tuvo o no privilegios en el vestuario, los regalos que les hacía a sus compañeros y el detective que le pusieron para seguirlo. Además, elogió al Cholo Simeone, criticó a Luis Enrique y comparó a Messi con Diego.

-¿Cuál es el primer recuerdo que se le viene a la cabeza de Maradona?

-Se recuerda bastante. Parece mentira que ya no esté más entre nosotros, le echo de menos. Lo conocí mucho cuando jugó aquí y luego estuve hablando con gente amiga. No me sorprendió su fallecimiento. Pero la verdad es que hay que respetar la vida que quiso, porque cada uno vive a su manera y a él nadie lo detenía.

-¿Por qué no lo sorprendió?

-Por muchas cosas que hemos vivido. No solamente cuando estaba en el Sevilla. Yo jugaba en el Betis cuando estaba en el Barcelona y conozco amigos suyos de aquella época. Fue una magnifica persona.

-¿Hubo dos Diego en el mismo Maradona?

-Sí, hubo dos Diego, pero el de la cancha fue el mejor jugador de la historia, sin dudas. Compartamos o no lo que hizo de su vida, vivimos cosas muy bonitas y hay que aceptarlo como era. Nadie es juez para juzgarlo.

-¿Qué recuerda de aquella temporada en el Sevilla?

-Fue muy buena y especial. Estuvimos cerca de clasificar a la Liga de Campeones, pero el empate entre el Atlético Madrid y el Zaragoza nos dejó afuera. La llegada de Diego armó mucho revuelo. Llevaba 15 meses sin competir y su vuelta al fútbol generó mucha euforia en el club.

-Maradona fue pedido por Carlos Bilardo. ¿Qué les dijo el entrenador cuando les anticipó que Diego se sumaba al plantel?

-Bilardo y el profesor Carlos Dibos nos comunicaron que había muchas posibilidades de que viniera Diego Armando. “Muchachos, el que va a venir no es un futbolista cualquiera”, manifestaron. Maradona quería “volver a ser el futbolista del Napoli”. La idea era ponerse a punto para el Mundial de Estados Unidos 94. Entonces, llegaron a un acuerdo los dirigentes del Sevilla con los del Napoli y aterrizó en el club. Al final, se arregló su pase en 15 días. Llegó acompañado de su familia, de Marcos Franchi, Daniel Bolotnicoff y Fernando Signorini. Fue una sorpresa tener al mejor jugador de todos los tiempos en el vestuario.

-¿Cómo era como compañero?

-Fantástico. Era un tío cariñoso y simpático. A veces juzgamos a las personas con facilidad sin conocerlo y ahí es cuando uno se equivoca. Fue siempre muy cercano en el tiempo que compartimos en España. Su partida fue muy triste para mí. Él se hizo daño a sí mismo, no se lo hizo a nadie más. Entonces, nadie puede cogerlo. En el vestuario era cercano, le gustaban las bromas y las risas.

-¿Les habló alguna vez de sus problemas con las drogas?

-Sí, siempre nos hablaba de eso. Nunca rehuía del tema ni esquivó alguna pregunta y tocó el tema en varias oportunidades. El consejo que te daba era: “No tomes el camino que yo tomé”. Fue muy influyente a nivel social y le querían hacer daño pero quién está libre de pecado, que tire la primera piedra, ¿no? Todos tenemos excesos. Al fin y al cabo, esta sociedad es así, te juzga sin conocerte.

-¿Se vio en algún momento su mejor versión como futbolista?

-No, comparado con la época que estuvo en el Barcelona, en Nápoles y con la selección argentina, no tuvo la mejor versión en el Sevilla. Pero sí se mostró bien físicamente y tuvo varios partidos de muy buen nivel. Entrenaba dos veces al día, de mañana y de tarde. Lo hacía sin problemas y cogió un alto nivel. Jugó en un 50 por ciento de lo que podía rendir, pero con la calidad que tenía le alcanzaba para el fútbol español. Fue un buen año. El Sevilla estuvo en la puerta de clasificar a la Champions League pero no se nos dio por un resultado extra.

-¿Por qué dejó el Sevilla?

-Tuvo un problema interno y decidió terminar su contrato.