Ven que Aramayo sufrió tortura y preparan una denuncia internacional

Los restos de Marco Aramayo llegaron anoche a Santa Cruz, para ser velados y luego enterrados. Tenía 54 años cuando murió, siete de los cuales los pasó encarcelado, atendiendo audiencias en Santa Cruz, Oruro, Potosí, Tarija, Cobija y Trinidad por los 256 casos que corrían en su contra.

Héctor Castellón, el abogado del exdirector del Fondo Indígena (Fondioc), aseguró que la justicia actuó de “manera indolente” a pesar del estado de salud de su defendido. Anunció acciones legales, pero en el escenario internacional porque considera que, incluso, hubo “señales de tortura” que ejerció el sistema judicial.

“Las acciones van a ser conjuntas, con entidades internacionales. Realmente, nos han dejado sorprendidos las declaraciones de las autoridades de Régimen Penitenciario cuando dicen que tenía atención médica, puntualizó.

Pero el director de Régimen Penitenciario, Juan Carlos Limpias, rechazó esas apreciaciones. Aseguró que en el penal de San Pedro existe un médico general que está a cargo de las consultas, pero reveló que la autorización del juez para que pueda salir y ser atendido por un cardiólogo “llegó hoy (por ayer)”, cuando falleció.

El abogado constitucionalista Marco Antonio Baldivieso señaló que es la primera vez que vio un caso parecido en su carrera profesional de 25 años. “Este es un abuso estatal y puede calificar como tortura”, apostilló.

Aramayo había retornado el 11 de abril al penal de San Pedro luego de atender una de sus audiencias. Ese día, comenzó a sentirse mal debido a la presión alta “sistémica” y la diabetes que lo aquejaba, según el testimonio de su familia. Limpias dijo que la defensa debería haber promovido una salida de emergencia ese día.

El jueves 14 de abril, la situación del exdirector del Fondo Indígena se complicó y fue transportado al Hospital de Clínicas con el apoyo de la Unidad de Bomberos. Ese día sufrió un primer paro cardíaco. El fin de semana, Aramayo fue enviado al Hospital de Cotahuma y allí fue intubado, pero no resistió y su corazón dejó de latir a las 5:40. Sucedió ayer y este hecho impactó, especialmente, en la comunidad política del país.

Limpias afirmó que ayudó a la familia con su vehículo. Por eso el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, defendió la gestión de Régimen Penitenciario. Poco después, el ministro de Justicia, Iván Lima, precisó que el caso superó el escenario penitenciario, pues tiene que ver con el sistema judicial en su conjunto.

El abogado de Aramayo explicó que para que se pueda hacer una atención especializada, Aramayo “tenía que solicitar al médico del penal una autorización para que recién la autoridad jurisdiccional determine una salida médica y eso no es una atención humana”.

A finales de febrero, Maximiliano Dávila, el exjefe antidroga del gobierno de Evo Morales detenido en San Pedro por lavado de dinero, fue traslado de urgencia a un hospital para una revisión médica por hipertensión. La salida se dio en medio de un operativo policial reforzado. En contrapartida, se impidió la salida a un hospital de la expresidenta Jeanine Áñez, detenida en Miraflores.

“La justicia no es igual para todos. Nos hacen ver que priman otros intereses. Es una diferenciación clara, porque algunos se benefician pronto de una atención médica y otros terminan dando su vida”, remarcó Héctor Castellón.

La organización internacional Human Right Watch (HRW) consideró que la muerte en prisión de Aramayo “evidencia la falta de una justicia independiente”. “Nos entristece la muerte de Marco Aramayo. Hay alegaciones serias de violación al debido proceso e inadecuada atención médica en prisión, dijo César Muñoz, investigador sénior de HRW. Aramayo era oriundo de Cuevo, pero será velado hoy en Santa Cruz de la Sierra por sus familiares y amigos.